Hola, mi nombre es Cano y esta es mi historia de como conocí los videojuegos y como me han acompañado a lo largo de las distintas décadas, en las distintas eras y consolas.
A través de un relato autobiográfico, les cuento como fue que llegué a este hobby y porque es tan importante en mi vida, espero les guste.
Pueden leer el relato anterior acá: https://canodreamer.wordpress.com/2022/02/23/una-historia-de-videojuego-parte-ii/
Hace mucho tiempo, en una época ni taaaaaan lejana…
Tras la separación de mis padres a finales de 2005 y un nuevo cambio de casa obligado, nuevas aventuras videojueguiles se avecinaban y me darían momentos que guardo con mucho cariño en mi mente y que paso a compartir con ustedes.
En esos años la Play 2 ya estaba cómodamente instalada como consola dominante, aunque aún se jugaba mucho a la PS one, que tenía un mercado de juegos pirata enorme en las ferias, persas y otros mercados de fachadas aparentemente formales, como el caso del Eurocentro, que vendían, pa callao, juegos piratas. En el persa Bio-Bio ni se diga, pura piratería y sitios donde desbloquear ambas consolas de Sony.
A inicio de 2006, tras estar de regreso en la comuna de Recoleta y ahora instalado en casa de mi abuelita junto a mi mamá y hermana, empecé con la idea de vender algunas de mis cosas para juntar plata para comprarme por mi cuenta una Play Station 1, aunque claro, de segunda mano, no me daba para una nueva.
Todos los sábados iba a vender a una feria que quedaba cerca de mi casa y tras meses juntando las monedas, un día 4 de abril, día de mi cumpleaños, decidí no ir al colegio para festejar mi cumple y además para que mis compañeros no me dieran la camotera que habitualmente le dan a los que están de cumple en el colegio.
Recuerdo que ese año mi cumple tocó un día martes, día que se pone hasta el día de hoy una feria que es de mis favoritas, la de Zapadores, la cual tiene muchos puestos con cachureos y generalmente pillaba cosas bakanes, y ese día iba con la idea fija de pillar una play, la cual para mi fortuna, apareció.
La señora que me vendió la play, modelo fat, me hizo pasar a su casa para que probara la consola y viera que estaba funcionando, así que a falta de 3 lucas que terminó poniendo mi mamá, justo para mi cumple, llegó unas de las consolas que más disfruté.
A partir de ese día, títulos como GTA 2, Chronno Trigger, Silent Hill y Tenchu, fueron pasando unos tras otro por la consola.
A mediados de 2006 pasó algo que me dió 2 semanas para estar en casa tranquilamente jugando desde temprano, la famosa «Revolución Pingüina», donde los secundarios exigían cambios al modelo estudiantil, la extensión del pase escolar, entre otras exigencias, así que con los colegios tomados y paralizados, tuve la dicha de estar en casa dos semanas jugando, por aquel entonces estaba metiéndole horas a un jueguito plataformero llamado «Klonoa», el cual terminé durante ese tiempo libre.
Aprovechando el tiempo que las circunstancias habían proporcionado, en las tardes me juntaba con mi primo Víctor, con quien comenzamos a jugar ese juegazo que fue el «Driver 2».
Recuerdo que en las tardes llegaba el Víctor en su bici, a veces a pie, y nos pasabamos la tarde comiendo frituras y jugando al driver 2, pasando una a una las misiones hasta llegar al famoso cambio de disco, algo habitual en juegos de aquella época con campañas extensas, como fue el caso de Metal Gear Solid, Final Fantasy VII o el famoso Resident Evil 2.
Tardamos como 2 meses en terminar el juego, mas que nada porque una vez nos quedamos pegados en una misión que no podíamos pasar, específicamente, la misión de atrapar al tipo que dispara contra el compañero de Tanner, Tobias Jones. El muy maldito siempre se nos escapaba, hasta que un día, por algún error del juego, nuestro enemigo terminó cayendo al agua y como podrán recordar quienes jugaron al Driver 2, cuando un auto tocaba el agua, adios coche.
Al final, gracias a ese error del juego, llegamos a las misiones finales y lo terminamos, aunque quedamos con toda la expectación de lo que podría ocurrir en una tercera parte, la cual terminaríamos jugando, meses después.
En ese año 2006 aproveché de jugar un título que tiempo atrás había probado, pero que no había entendido, porque lo había jugado en ingles, entonces no cachaba nada de la trama ni pa donde había que ir, así que lo pase de largo hasta que pude conseguirlo pirata y en español tiempos después y les estoy hablando del legendario «Metal Gear Solid».
Que manera de gozar la trama de Metal Gear, día tras día lo único que pensaba era en seguir avanzando para llegar al final y ver qué pasaba con Snake, su Hermano Liquid y por supuesto, si sería capaz de salvar a Meryl, o bien, terminaría salvando al feo pero leal Otakon. Spoiler, en esa primera jugada desbloquie el final donde rescato a Otakon, años mas tarde desbloquearía el otro final con Meryl y Snake juntos en la moto de nieve viajando hacia un futuro mejor.
Tras terminar Metal Gear, por medio de un compañero de clase, me enteré que había una segunda parte del juego, pero, como no podía ser de otra forma, para Play 2, así que tocaba aguantarse las ganas de terminar la historia.
Aun en el año 2006, terminé algunos juegos que había dejado pendiente de la época en que me conseguía la consola con mi primo Miguel, siendo Macross Plus uno de los que finalicé y también el Resident Evil 3, el cual había jugado, pero no lo había completado por mi cuenta porque me daba miedo jugarlo solo me faltó tiempo.
Un juego que pillé por casualidad en ese 2006 y que lo jugué de una, de principio a fin, fue el «Macross Do You Remember Love», el cual adapta la peli animada en un juego de naves de desplazamiento lateral, pero con gráficos pre-renderizados. No hace falta que les diga que soy un fanático de Macross/Robotech, así que me enamoré de inmediato de ese juego, el cual también venía en 2 discos, repletos de acción y unas bonitas cinemáticas de la peli.
Como habrán podido leer, ese año 2006 me lo pase jugando bastante, pero en lo personal y sobre todo académico, no anduve muy bien, ya que casi repito el año escolar, en ese entonces, el tercero medio de contabilidad, carrera que mi papá me obligó a estudiar, y si no fuera poco, a finales de noviembre de ese mismo año, falleció mi abuelita materna, la única abuela que tuve y a quien hasta el día de hoy extraño, pensar en el 2006, es recordar a mi querida abuelita.
Una de las anécdotas que más recuerdo de ese año junto a mi abuelita, fue una vez que después del colegio me pase a jugar con un compañero de clases a un local donde arrendaban la Play 2 en Quilicura, ahí pasamos el resto de la tarde jugando una versión hack del Pro Evolution Soccer con la liga chilena (R.I.P. saga PES), pero de tanto jugar, se me pasó el tiempo y ni cuenta me había dado que ya eran cerca de las 22 hrs., bastante tarde y cuando me fui a casa, al llegar, me recibe una prima que vivía en casa de mi abuelita diciéndome que mi mamá andaba vuelta loca buscándome en los paraderos de micro, pensando lo peor, sin embargo, a pesar de la cagada que me había mandado, mi abueli, en vez de mandarme a la cresta, me recibió con una comida y una taza de té, porque andaba cagao de hambre. Siempre voy a recordar ese plato de comida y esa taza de té como uno de los últimos recuerdos de mi querida abueli.
A finales de 2006, estaba complicado con algunos ramos del colegio, entre que pasaba y repetía el curso, así que mi papá para darme una suerte de incentivo, me dijo que si pasaba de curso, me regalaba la Play 2, así que al final cumplí y pase de curso, y le cobré la palabra a mi viejo, quien también cumplió con su palabra.
Nunca me voy a olvidar, el día 31 de diciembre de 2006, a eso del mediodía, pasamos al centro de Santiago buscando en las tiendas que estaban abiertas la consola de Sony, hasta que llegamos a una tienda «Paris» y ahí estaba la famosa consola, si no me equivoco, costó $124.990 y para mi sorpresa, venía con el «Driv3r» (Driver 3), la continuación de la saga que tanto habíamos disfrutado con mi compa Víctor, venía por defecto en la consola. Que mejor.
Ya en pleno 2007 tocaba jugar al único juego que tenía disponible en ese momento, el Driver 3, claro que, como no tenia Memory Card aun, no podía guardar los avances del modo campaña, tampoco tenía el ventilador para el modelo slim y aun no la desbloqueaba. Todo eso llegaría después.
No recuerdo cuándo fue exactamente, pero antes de que terminara el verano, fui al Eurocentro a desbloquear la PS2, no recuerdo tampoco cuánto pagué por el desbloqueo, pero lo que si mantengo siempre presente, al local que llevé la play, aparte de desbloquear la consola, me pasaban 4 juegos a elección (piratas obviamente, aunque venían en unas bolsitas con portadas a todo color), entre el lote para elegir me llevé un Winning Eleven 10 parchado con la liga chilena, también el Star Wars Battlefront 2 (nunca lo terminé aunque lo encontré muy entretenido), el Canis Canen Edit, mas conocido como «Bully» y el espectacular Dragon Ball Z: Sparking Neo. Juegazo que tiene su propia review aquí:
A pesar de que en 2007, consolas geniales como la Xbox 360, Play 3 y la galardonada Wii ya tenían un año de recorrido casi, yo ni me enteraba de su existencia, aunque claro, llegaría a probarlas tardíamente como de costumbre a lo largo de mi historia videojueguil.
Lo dicho, ya habían consolas de nueva generación que seguro dejarían obsoletas a consolas como PS2, Xbox y GameCube, estas últimas que jamás llegaría a conocer ni de asomo, y es que en Chile al menos, la consola que dominó la generación de los 128 bits, siempre fue Play Station, a parte de los buenos juegos que tuvo, la piratería ayudó a su éxito y también su precio.
Aun con nuevas consolas que poco a poco irían ganando terreno, yo era feliz con mi play 2 en el 2007, no necesitaba más, lo único que faltaba para estar contento, era una tarde libre, comida chatarra y mi play 2 conectada a la tele.
En 2007 las juntas con mi compa Víctor eran aún más frecuentes, casi todas las tardes después del colegio nos juntabamos a jugar distintos juegos, entre ellos el Driver 3, Silent Hill 2, Ace Combat y los famosos Need For Speed, siendo el Most Wanted uno de los que más disfrutamos en aquel tiempo, aunque el Carbón también tuvo lo suyo.
Por supuesto, con el tiempo llegarían los clásicos de ps2 como God of War, Metal Gear Solid 2 y el genial Macross, uno de los juegos basados en la franquicia que más he disfrutado, tanto por jugabilidad, como por banda sonora, gráficos, todo.
Gracias a la Play 2, mi amistad con mi primo Víctor crecio, nos llevabamos muy bien, a veces me iba a su casa a quedarme el fin de semana y nos dedicabamos a jugar hasta tarde a veces, en el fondo, le dimos como caja a la famosa play 2.
Otra anécdota de ese año 2007 y la PS2, es que a penas tuve la famosa memory card para salvar los datos de las partidas, nos juntábamos con mi amigo Cristopher a jugar el modo historia del Dragon Ball Z: Sparking Neo, juego con el que nos amanecíamos jugando los fines de semana en su casa y hasta darlo vuelta. Tiempo después repetiríamos la hazaña, pero con el Dragon Ball Z: Sparking Meteor.
Otro juego con el que me amanecía jugando, fue el Smack Down vs Raw 2007, donde me acompañaba mi otro gran amigo Claudio, con quien nos quedábamos hasta las tantas inventando personajes propios, para luego utilizarlos en combates de todo tipo y también en el modo historia, donde uno podía desbloquear a luchadores clásicos como a «La Roca» o «Steve Austin», entre otros. Creo, sinceramente, que el Smack Down vs Raw 2007, fue uno de los mejores juegos de lucha libré que jugué, mejor que sus secuelas del 2008 y del 2009.
Dentro de otros juegos que pasaron por la Play 2, el y nunca mal valorado GTA San Andreas, uno de los mejores de la saga de Rockstar, aunque yo primero jugué una versión hack con temática de Chile, donde los policias eran verdes, habían tipos con poleras de equipos chilenos, carteles con minas piluchas, y otras cosas típicas de Chile.
Esa play 2 me acompañó por años, fueron tantos y tan buenos juegos que terminé, incluso cuando me puse a estudiar en el instituto, la Play no dejó de estar ahí, siempre me dí el tiempo de jugar y hasta de pololear, pero la consola siempre presente.
Por allá por año 2009, con un pc en casa y con una internet algo mas rápida, yo mismo empecé a descargar mis propios juegos y grabarlos en cd, fue así como un día paseando por Taringa, me encontre con un post donde compartían varios juegos para ps2, pero hubo uno que al principio no había tomado muy en cuenta, sin embargo decidí bajarlo y jugarlo, descubriendo una verdadera joya llamada Okami.
Al Okami fácil le di unas 75 horas de juego, pasando todas las misiones, principales y secundarias, aunque me faltaron algunas cositas que años más tarde lograría obtener y sacar el 100% del juego, pero creo que fue un acierto haber descargado ese juego, de otro modo nunca lo hubiera descubierto y me hubiera perdido de un verdadero tesoro que estaba oculto, además, quien compartió el juego, puso una versión doblada por fans, así que pude entender perfectamente la historia del juego y transformándose así en uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos.
Terminar de enumerar la cantidad de juegos que pasé o que también deje inconclusos no tiene sentido, fueron muchos juegos que desfilaron por la PS2 que siguió funcionando hasta el año 2012, año en que se descompuso y que además sería reemplazada por una xbox 360.
Por ahora, llegamos al final de esta tercera parte, si llegaste hasta acá, muchas gracias por leer y nos encontramos en el siguiente post.
canodreamer 
Un comentario en “Una Historia de Videojuego: Parte III”